April 22, 2007

Los ojos sólo ven lo que la mente puede comprender

Esta frase la leí hace algunos días en el messenger de un amigo. Estuve meditando por un par de días en ella y creo que sintetiza el mecanismo de cognición de forma adecuada. Cuando no tenemos un contexto creado, no podemos comprender las cosas. Es decir, necesitamos tener "etiquetas" para todo, para poder sentir que comprendemos lo que vemos.

El tipo de argumento que me hizo pensar en la profundidad de esta frase, fue pensar en qué hacemos con lo que vemos pero la mente no comprende. Es decir, ¿qué pasa al ver algo para lo que no tenemos etiquetas?. Sin duda hacemos algo con eso, que probablemente es que le colocamos alguna de las etiquetas que tenemos. Las etiquetas de emergencia (por llamarles de algún modo), deben ser genéricas para que se pueda usar en cualquier caso; pues es posible que no poder etiquetar las cosas nos haga tener algún tipo de angustia.

Observando el comportamiento humano, e incluso el animal, las etiquetas que les ponemos son de bonito o feo, agradable o desagradable, atractivo o repulsivo, limpio o sucio, deseable o detestable, importante o desdeñable. Y esta es la forma que tenemos de entender al mundo y la manera en que formamos una cosmovisión del universo.

Ahora, esto tiene dos implicaciones muy importantes en el karma y como justificación de explicaciones para las cosas que son imposibles de comprender.

En términos del karma, me preguntaba cómo es posible que las cosas pasen en términos de la ley de causa y efecto del comportamiento (otra forma de decir karma). Por qué es que cuando hago algo, tarde o temprano me coloco en la situación donde experimento los efectos de las causas que generé. No tengo una respuesta para esto [disculpen si los emocioné], pero creo que la explicación puede deberse a que estamos condicionados por nuestros hábitos o condicionamientos mentales a tener este comportamiento de poner etiquetas a las cosas que no comprendemos, por lo que cuando hacemos algo de forma impulsiva, al experimentar los efectos, dicha situación también se genera por el mismo tipo de condicionamiento anterior.

Me imagino que es algo así como el siguiente ejemplo. Si yo robo algo, eso es un comportamiento impulsivo del que voy a experimentar las consecuencias, aunque nadie se haya dado cuenta de que fui yo quien robó. En general se tiende a pensar que si nadie me vió, entonces no va a pasar nada. Pero, como la acción de robar se debe a que coloqué etiquetas de "deseable" en algún tipo de objeto, más adelante, de forma impulsiva o condicionada (es decir, no consciente) coloco en mi la actitud de "deseable" que hace que alguien más quiera robarme y probablemente lo consiga.

Estoy especulando, no se si sea así como funciona, pero creo que debe ser algún mecanismo de este tipo. El karma es algo muy complejo; se dice que fue el último tema que comprendió el Buda antes de iluminarse.

La segunda implicación a la que me refería, es que el comprender que las cosas funcionan así, es lo que lleva a que algunas religiones se construyan sobre la base de explicar lo inexplicable. También, la mercadotecnia utiliza este conocimiento, pues muchas campañas lo que hacen es dar un contexto mediante el cual se pueda comprender el producto. Por ejemplo campañas como las de Nike o las de Samsung, que no muestran productos, sino simplemente trabajan al nivel de transmitir sensaciones, están preparando al comprador para tener etiquetas como "deseable", "agradable", "de moda", "de alta tecnología", etc, a la hora de encontrarse con sus productos.

Muy interesante. Los ojos sólo ven lo que la mente puede comprender, y la mente sólo comprende si tiene un contexto teórico para ello.

Por eso es importante el contenido de la educación. En México siempre se está hablando de la educación como si eso fuera algo definido, pero creo que se tienen que debatir tanto la metodología educativa, como los contenidos educativos. Mas allá de simplemente decir que el problema es la falta de educación. Desde mi punto de vista el problema es el exceso de educación, pues es una educación represiva (desde el kinder obligan a los pequeñitos a estar sentados por horas en sus sillitas, cuando ni las mamás lo consiguen en su casa), castrante (tienes que pensar igual que los demás o estás fuera del círculo de la maestra, y en ocasiones hasta puedes sufrir rechazo de los compañeros) y que no motiva la libertad de pensamiento, ni la creatividad.

En términos de la frase inicial, el contexto teórico que se crea en la educación mexicana es uno que no permite comprender a la mente, más alla de bueno o malo, bonito o feo, chivas o américa, macho o puto, parte de la mafia o cobarde, católico o de los otros (cualquier cosa que no sea católica, inlcuyendo los gays, pero no los narcos que dan buenas limosnas). Necesitamos una educación que nos permita generar muchas etiquetas de libertad, aceptación de la diversidad, que promueva la crítica cooperativa, que nos ayude a ver más las cosas como son.

9 comments:

Anonymous said...

Muy interesante. Después de pensar en todo lo que escribiste, me puse a pensar si es posible ahora, vivirmos sin las etiquetas, entrenar nuestra mente para vivir así ... es lo que la humanidad necesita. Gracias por sus reflexiones.

Anonymous said...

Recibí este comentario:

Esa situacion de causa-efecto de la q hablas tambien es mencionada en un versiculo de la Biblia, que dice "Todo lo que el hombre sembraré, eso también segara". Y me queda claro que todo funciona asi, cada decision o accion que tomamos, trae consecuencias consigo, y cambia el destino de las cosas. Viste la pelicula del efecto mariposa? digo porque ahi ves como el cambiar una accion cambia todo el curso y secuencia de las cosas.

Samuka said...

Mi interpretación de la película efecto mariposa, es que es una persona que efectivamente puede cambiar el pasado. Parece ciencia ficción, pero hay una manera de hacerlo, de cambiar el pasado.

Esto se puede hacer si entiendes que el pasado lo interpretamos a través de etiquetas. La gran mayoría de recuerdos están llenos de sentimientos y sensaciones. Si recordamos algo agradable, lo tenemos como deseable. Si es algo desagradable, entonces quizá ni lo queremos recordar. Un ejemplo es la comida o dulces de la época de niñez (en mi caso las tortas que vendían afuera de la secundaria todavía me hacen babear). O casos más desagradables que no nos gusta pensar, como alguna vez que fuímos duramente castigados, por ejemplo.

Pero ¿cómo podemos cambiar todo esto?, pues cambiando la etiqueta. Un caso común que hacemos todo el tiempo, es el tipo de cosas de las que nos preocupábamos. Ahora nos reímos de lo que considerabamos problemas en la primaria (como alguna tarea que entregar o un problema con algún profesor). Al ir creciendo cambiamos la etiqueta y ahora puede ser que nos cause risa.

Existen alguna cosas para las que no hemos podido cambiar las etiquetas, pero si lo hiciéramos pararían de ser desagradables a neutras o incluso agradables. Un caso común de esto es la forma en que cambia la forma de relacionamiento con los padres conforme uno va creciendo. Comienza en un amor ciego en las primeras etapas, pasa incluso a odio en la adolescencia, y termina en un "creo que mis padres tenían razón en x". Al hacer esto, estamos cambiando el pasado.

Esa capacidad de cambiar las etiquetas es lo que nos ayuda a que nos deje de pesar el pasado.
Es decir, no cambian los hechos, pero cambia nuestra manera de interpretarlos.

Es importante que esa nueva interpretación sea una positiva que nos ayude a ir más ligeros en el presente. Esto es de alguna manera lo que hace el psicoanálisis. Te ayuda a interpretar las cosas de una mejor manera, para que el pasado deje de ser un obstáculo en el presente.

Es cambiar el pasado, ¿no?.

Samuka said...

Muy interesante, vivir sin poner etiquetas. Esto nos permitiría ver que las cosas tienen diferentes potenciales que hoy no percibimos.
Si pudiéramos hacer eso con nosotros mismos, quizá nos ayudaría a desarrollar nuevos potenciales internos, que hoy están limitados por la forma en que nos percibimos.
Quizá, como dice un amigo (Tony), "somos seres mágicos que insistimos en ser personas".

Anonymous said...

A mi me parece muy lógica esta frase: "somos seres mágicos que insistimos en ser personas".
La vida es una fiesta pero insistimos en hacerla gris ... jeje, dos etiquetas, no? fiesta ... gris ... difícil no poner etiquetas.

Samuka said...

En realidad son tres etiquetas: vida, fiesta y gris.
Pero de lo que se trata es de darse cuenta que a la etiqueta "vida" se le puede colocar la etiqueta "fiesta", pero también la etiqueta "gris".
Sabiendo esto, puedo comprender que la vida no es completamente "fiesta" ni tampoco completamente "gris".

Unknown said...

Hay cosas en el pasado que si podemos cambiar, observando nuestra vida (en el presente) desde otra perspectiva (positiva) como mencionaste anteriormente, de esta forma ir creando una puerta exitosa al cercano futuro que nos espera.
Ya que asi, podemos ver las cosas de muy diferente forma a lo que realmente fueron; y nos ayude a saltar ciertos obstaculos que quizas alguna ves (en ese pasado) no lograramos vencer.
Lamentablemente, no todas las personas pueden ajustar ese nivel de cambios; quizas porque ese pasado que tuvieron pudo haber sido muy duro o traumatico; y que para lograr realizar dichos cambios en su vida, requieren tener un "contacto mas humano" con otras personas; mas que etiquetar sus acciones, para que se entienda algo que quizas no se pueda expresar con palabras.
En si, tu reflexion es una buena terapia para mirar la vida desde otro horizonte; asi lograr alcanzar metas, aun cuando la vida se nos hiciera un tanto complicado en el camino que hallamos recorrido.
De otro lado, pienso que "etiquetar" a todo lo que el ser humano ve en este mundo; es muy ordinario y crea muchos conflictos con desaciertos en muchos casos.
Ya que se ve con mucha frialdad el "colocar un nombre o tildarlo de algo"; a un ser vivo (no importando quien fuese) como si fuese un objeto.
Todos los seres en este mundo somos sensibles y vulnerables, creamos nuestra vida basado en ese ambiente generado por el estado social que nos da la aceptacion o rechazo por parte de otras personas.
El humano suele crear habitos continuos y muchas veces pierde el limite de sus acciones; e inicia actos que afectan el estado mental y emocional de otras personas.
En lo personal, yo prefiero vivir en un mundo (aunque sea el mio propio) libre de etiquetas, donde seamos mas naturales (como humanos aun siendo imperfectos) y sensitivos hacia otros seres que nos rodean.
Quizas por eso es que aun el ser humano no termina de evolucionar, mientras siga pensando en ese estado de superioridad sobre otras personas o de otros seres que tan igual que nosotros comparten este mundo y merecen llevar una vida digna.
No he escuchado a un animal que halla conquistado un territorio y haber expresado ser dueño de esa area, solo el humano lo hace y todo lo que toca lo destruye; incluyendo a las especies que vivan dentro de ese lugar conquistado.

Samuka said...

Hola Karma Law.
Creo que me pude haber expresado mejor. Cuando me refiero a colocar etiquetas en las cosas, quiero decir el proceso de conocimiento. Me refiero a que sólo podemos conocer cuando colocamos una etiqueta en las cosas, situaciones o seres.
Por ejemplo, un árbol en Español, tiene conotación de ser algo masculino. mientras que en Portugués, es femenino.
En cierta forma, etiquetar, en un sentido de colocar nombre en las cosas, nos permite conocer el mundo.

En etiquetar al que tu te refieres, estoy de acuerdo, crea mucho conflictos. Porque atrás de eso, está la actitud de juzgar lo que se etiqueta. Y generalmente, se etiquetan las personas o cosas de forma negativa.
Pero creo que no es este el problema que no nos permite evolucionar. Herman Hesse en Damian, dice: "...no hay nada que espante tanto al hombre, como el camino que ha de llevarle hacia si mismo".

Obviamente, podríamos colocarlo de manera femenina: "...no hay nada que espante tanto a la mujer, como el camino que ha de llevarle hacia si misma".

Este es uno de los problema de tener que etiquetar. Se podría decir lo mismo en modo general: "...no hay nada que espante tanto a los seres humanos, como el camino que ha de llevarle hacia ellas y ellos mismos".

De alguna manera, estamos limitados en nuestro conocimiento por las limitaciones del idioma. Esto también debe ser parte del problema. Hay que aprender idiomas diferentes, como el Tibetano o el Alemán, por ejemplo, que permiten ver el mundo con otra perspectiva. Dicen, que estos dos idiomas te permiten expresar ideas o conceptos, que en otros idiomas no es posible, debido a sus propias limitaciones.

Sin tiempo para vivir said...

La frase tiene mucha miga. Es de Henri Bergson.